Consejos para proteger a tu perro o gato de los fuegos artificiales

Fuegos artificiales: celebremos TODOS

Se acercan las 12.

En Buenos Aires se respira espíritu navideño: las compras de último momento, el calor de la Nochebuena, las risas en familia y ese inconfundible olor a vitel toné. Todo parece listo para celebrar.

Pero… ¿alguna vez pensamos cómo viven ellos ese mismo momento?

Los fuegos artificiales

Cada año, los fuegos artificiales vuelven a estar en el centro del debate. Y no es para menos: además de afectar a personas dentro del espectro autista, a bebés y contribuir a la contaminación ambiental, también generan un enorme sufrimiento en los animales.

Tanto perros como gatos tienen un oído muchísimo más sensible que el nuestro. Mientras nosotros percibimos sonidos hasta 120 decibeles, ellos pueden escuchar hasta tres veces más. Por eso, lo que para nosotros es una explosión de colores, para ellos es un estallido de miedo.

Pero no es solo el ruido. El olor a pólvora intensifica la sensación de peligro, y los destellos de luz los alteran aún más. Los gatos, por ejemplo, tienen una visión nocturna tan aguda que esos flashes les resultan especialmente molestos.

Como consecuencia, pueden sufrir:

• Taquicardia

• Hiperventilación

• Lesiones autoinfligidas

• Fobias crónicas

Y ante el miedo, muchos intentan escapar: corren sin rumbo, se golpean o intentan huir por ventanas y rejas, exponiéndose a accidentes graves.

Cómo podemos cuidarlos

• Transmití calma.

   Ellos perciben tus emociones: si vos estás tranquilo, ellos también lo estarán.

• Creá un espacio seguro. 

  Un lugar cerrado, cómodo y sin objetos peligrosos donde puedan refugiarse.

• No los ates. 

  Es mejor que tengan libertad de movimiento dentro de ese espacio protegido.

• Poné música suave o sonidos relajantes. 

  Ayuda a enmascarar los estruendos.

• Dales algo familiar. 

  Su juguete o snack favorito puede servir como distracción.

• En gatos, usá feromonas. 

  Son un gran aliado para reducir la ansiedad.

• Cerrá bien puertas y ventanas. 

  Evitá fugas accidentales.

• Sacalos a pasear antes. 

  Si descargan energía durante el día, estarán más relajados a la noche.

• Usá correa en exteriores. 

  Incluso en lugares conocidos: el miedo puede hacerlos correr repentinamente.

Estas fiestas, celebremos TODOS

Podemos brindar, reír y compartir amor sin dejar a nadie afuera.Una celebración con respeto, sin ruido y sin miedo, también es una forma de cuidar.

Porque celebrar de verdad, es celebrar con ellos.

Celebremos TODOS