Mi perra vomitaba sin parar: la dieta casera que probé y lo que aprendí sobre el alimento balanceado

Cuando todo empezó

Hace unas semanas tuve que visitar al veterinario porque mi perra estuvo vomitando sin parar. Después de muchos estudios, análisis de sangre y pollito, descubrimos qué era lo que estaba pasando.

Empezamos su tratamiento con comprimidos y una dieta muy sencilla: pollo, arroz y zanahoria. Como se imaginarán, mi perra estaba chocha y extasiada de que esa fuera la forma de sanar. Pero, como todo, tuvo que llegar a su fin.

¿Podía seguir con comida natural para siempre?

Después de unos días nos surgió la duda: ¿podía seguir comiendo así toda la vida?

También apareció el miedo de que el alimento balanceado hubiera sido el culpable de los vómitos. Y, para colmo, notamos que no estaba tomando nada de agua, lo cual nos preocupó muchísimo. Ni una sola gota.

Así que, una vez más, volvimos al veterinario. Me explicó que, si quería continuar con una alimentación natural, debía hacerlo con la guía de un nutricionista veterinario. Estas dietas se personalizan según el peso, la raza, la edad y las necesidades de cada mascota, y requieren constancia y organización para mantener los ingredientes siempre frescos.

Me advirtió que ese tipo de dietas requieren constancia y tener siempre los productos necesarios.

Lo que aprendí sobre el alimento balanceado

El veterinario también me aclaró algo importante: el alimento balanceado no es el enemigo. Aunque sea un producto industrial, está avalado por profesionales y se utiliza desde hace décadas.Aporta todos los nutrientes que un perro necesita y, en la mayoría de los casos, es una opción segura, práctica y equilibrada.

Con miedo de no poder sostener la dieta casera en el tiempo, decidimos volver de a poco al alimento balanceado. Cada día, un poco menos de pollito y un poco más de croquetas.Para nuestra sorpresa, enseguida volvió a tomar agua y se estabilizó. ¡Qué alivio!

Mi conclusión: encontrar el equilibrio entre la comida natural vs alimento balanceado

Esta experiencia me dejó una gran enseñanza: no existe una sola forma correcta de alimentar a tu perro. Lo importante es conocer las opciones, consultar siempre con profesionales y tomar decisiones informadas según la salud y estilo de vida de cada mascota.

En nuestro caso, aprendimos que tanto la comida casera como el alimento balanceado pueden convivir, siempre que se manejen con cuidado y bajo la orientación del veterinario. Así que, como aprendizaje, me llevo que es importante conocer nuestras opciones para poder tomar la mejor decisión para nuestras mascotas y su salud.